Pruebas Funcionales.
¿Has realizado pruebas funcionales de los sistemas de tu negocio? Las pruebas funcionales te ayudan a ejecutar, revisar y mejorar las funcionalidades del software que utilices para apoyar las operaciones de tu empresa o negocio. Te ayudan a probar y validar que tu software hace lo que debe hacer.
¿Qué son las pruebas funcionales?
Las pruebas funcionales son pruebas basadas en la ejecución, revisión y retroalimentación de las funcionalidades previamente diseñadas para el software. Las pruebas funcionales se hacen mediante el diseño de modelos de prueba que buscan evaluar cada una de las opciones con las que cuenta el paquete informático. Dicho de otro modo son pruebas específicas, concretas y exhaustivas para probar y validar que el software hace lo que debe y sobre todo, lo que se ha especificado.
Fases
Las pruebas funcionales se dividen en las siguientes fases:
Análisis de requisitos (planificación): En esta fase se inicia la elaboración del modelo jerárquico de requisitos de prueba partiendo de los procesos funcionales que soporta el producto o activo de software a evaluar. A partir de las funcionalidades se elaborará el plan de pruebas. Hay que obtener toda la información posible de las aplicaciones sobre las cuales se realizarán las pruebas. Esta información se deberá conseguir de toda la documentación disponible sobre su funcionamiento y hablando con el personal responsable de la misma.
Diseño del plan de pruebas (preparación): En esta fase se identifica, acuerda y especifican los atributos y características de calidad que se van a probar. El objetivo es diseñar las pruebas para que tengan la mayor probabilidad de encontrar defectos con la mínima cantidad de esfuerzo y tiempo. Serán pruebas que se llevarán a cabo a través de la interfaz gráfica del usuario (GUI).
Es decir, demostrar que las funciones del software son operativas, que la entrada se acepta de forma adecuada y que se produce una salida correcta, así como que la integridad de la información externa se mantiene. Se crearán casos de prueba divididos en pasos para cada acción a realizar con un resultado esperado asociado, que podrá ser verificado. Durante la fase de diseño también se especifican los datos de entrada necesarios para que los casos de prueba definidos puedan ser ejecutados (ya sea buscando el éxito de la prueba, o bien el fallo).
Ejecución: En esta fase se ejecutarán los casos de prueba anteriormente diseñados de forma manual. Hay que seguir al detalle el guión establecido dejando cierta libertad al tester para detectar situaciones anómalas no contempladas. Las pruebas serán ejecutadas como mínimo una vez antes del paso a producción, independientemente de las ejecuciones anteriores. Los casos de prueba fallados se reportarán a los desarrolladores para su corrección hasta que su resultado sea correcto.
Gestión de incidencias (defectos): La gestión de incidencias es una parte implícita de la fase de ejecución, pero que al tener una alta importancia en las pruebas funcionales, diferenciamos como una etapa independiente. Cuando al realizar la acción de un paso el resultado obtenido no es el esperado, habrá que abrir o reportar una incidencia para que el equipo de desarrollo tenga constancia del error.
Por lo tanto, la gestión de incidencias es el principal canal de comunicación con el equipo de desarrollo. Las incidencias han de ser claras y con todo lujo de detalle, tienen que describir el error para que el equipo de desarrollo pueda comprenderlo perfectamente, reproducirlo, localizarlo y poder solucionarlo. Se deberá mantener una continua comunicación con el equipo de desarrollo para conocer el estado de los defectos y poder realizar las repruebas necesarias para su cierre.
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